jajaja, esa última frase me ha gustado! Pues el festi en el que puse el puestecito fue este finde, la experiencia muy buena, pero el festi tuvo poca gente y solo saqué para recuperar lo que había invertido en los bizcochos, pero repetiré seguro!
Para ver el arco iris has de soportar la lluvia,y yo siempre torturándome para ver si algo me alivia. Y grítame, grita miel, grítame, vuelvo a mi cripta,el tic tac dicta. (Flowkloricos-36500 días)
Este es Matxa, un señor de Bilbao que iba andando tranquilamente por la calle cuando se encontró el pedrote ese en su camino. -¡Aibalahostia!- dijo -¡Como no te apartes tu, lo que es yo no me pienso apartar!- Y siguió su camino sin desviarse. Por ahora ya ha atravesado media piedra y ha llamado a su mujer. -Pi, a lo mejor llego un poco tarde a la cena... nada, una piedra cabezona que no atiende a razones, pero ya casi lo he arreglado...
Es mejor ser una hiena viva que un león muerto. Pero es mucho mejor ser un león vivo. Y también suele ser mucho mas fácil.
Por cierto gracias por mi felicitación de cumpleaños ehh...
Para ver el arco iris has de soportar la lluvia,y yo siempre torturándome para ver si algo me alivia. Y grítame, grita miel, grítame, vuelvo a mi cripta,el tic tac dicta. (Flowkloricos-36500 días)
Autor: Won_tolla » Miércoles, 26 Junio 2013, 19:53
Bueno... Dada la insistencia, haré la crónica.
En mi caso, la quedada empezó por whatsapp. Me explico: como algunos llegaron el viernes, pues comenzaron a llegar las fotos al teléfono con un montón de comentarios. Claro, así no hay quien juegue al LOTRO.
El sábado por la mañana, Arferto y yo nos juntamos a esperar a Elezan, que gracias a unas maravillosas indicaciones llegó puntual, a la primera y toda animosa, dispuesta a comenzar la gran aventura que nos esperaba: el gran viaje a Bilbao.
Porque hasta ahora, todos nos hemos reido a costa de los comentarios de Matxa acerca de que todo son las afueras de Bilbo, pero... ¡No era una broma!!! Porque está Bilbao-Bilbao que es ese lugar ficticio al que todo el mundo quiere llegar pero de donde nadie es y luego todo lo que se considera Bilbao-Alrededores. Nosotros comenzamos a descubrirlo cuando tras un placentero viaje, nos adentramos en la maraña pseudocientífica y punsetiana que es este concepto de Bilbao.
A esto, hay que añadir la maravillosa ayuda de un invento moderno que es el GPS. Creo que para aquellos que no conozcan la experiencia del mismo, este vídeo de ayuda puede ser de gran utilidad:
En resumidas cuentas: metes la dirección en el GPS, calcula la ruta y... te tiras una hora dando vueltas. Haces la llamada al guía indígena y entre la desesperación del momento y las carcajadas de los dos que viajan contigo no te enteras de lo que te dicen. Preguntas a los lugareños y ... te reafirmas en la creencia de que Bilbao no existe. ¿Cómo puede ser que al preguntar a una señora te responda que "Uf, si eso está en Bilbao, muy lejos"? ¿Dónde estábamos nosotros entonces? ¿En Cádiz? A cada uno que se le preguntaba... vueltas y más vueltas en dirección contraria. Mientras, el invento de los seguía a lo suyo y mis dos compañeros de viaje con lágrimas en los ojos de la emoción. Ni que nunca hubieran salido de casa.
La desesperación llegó a su culmen tras más de una hora de programa de "Perdidos en Bilbao". Así que, tiré el coche en el primer hueco que vi libre en una zona que no fuera de pago, justo al lado de un extraño monumento alrededor del cual ya habíamos pasado varias veces a lo largo de nuestro peregrinar matinal y que desde entonces se conoce como "El Verde" o más concretamente "El edificio Verde de los ".
Cuando salimos del coche, tuvimos un nuevo percance. No recuerdo quién, le preguntó a un lugareño acerca de la dirección del Hotel. Él, muy amable, nos indicó que estabamos muy cerca, prácticamente al lado. Lo malo, es que añadió un comentario: "¿Y no podiais haber preguntado?" Y claro, ahí se lió, porque mis ojos se llenaron de sangre, y ya me iba a por él al grito de "Eso llevamos haciendo toda la mañana"... Menos mal que Arferto tanqueó bien, que si no...
En fin, que nos juntamos con Bri, que nos estaba esperando a la puerta del Hotel, dejamos la maleta, nos tomamos una cañita reparadora y nos dispusimos a acercarnos al lugar de la comida, cuando el guía indígena se acercó en nuestra búsqueda "por lo que pudiera pasar". Vamos, que no confiaba en que caminaramos 100 metros sin que se produjese otro bucle espacio temporal
Ya todos reunidos, tras las oportunas presentaciones de los que no se conocían, nos pusimos a disfrutar de la reparadora comida del lugar.
A Arferto hubo que explicarle aquello de que uno, aunque no quiera postre, tiene que pedirlo que si no, no se puede compartir con los demás
Eso sí, la comida muy rica. Eso, unido a la gran labor de los anfitriones, hizo que las sonrisas pronto volvieran para hacernos olvidar el disgusto. Y además, ¡qué demonios!, somos centollos y estabamos de quedada. A disfrutar tocaba. De hecho, se cumplió una vez más otra tradición centolla que dice que no es quedada oficial si no aparece alguien famoso entre nosotros. Pues, ¡venga! buscad en las fotos a María Teresa Fernández de la Vega, que está muy aplicada comiendo en otra mesa.
Tras pasar a por Teka, que era a la única de la panda a la que no dejaban entrar en el restaurante (cosa que es inexplicable porque el resto somos peores) Matxa decidió darnos un paseo por Bilbao, para demostrarnos que estábamos equivocados y que sí existe. Comenzó por resaltarnos el punto de encuentro para el día siguiente, y dadas las peripecias matutinas, no se cansó de repetir que era en el Teatro donde habíamos quedado. De todas maneras, a esas alturas ya habíamos decidido en conjunto que en caso de pérdida, que nos buscasen en "El Verde". Total, si íbamos a terminar allí igual...
Desde luego, no puede faltar nuestro momento travian. Es ver un romano y nos volvemos ¡locas!! Y que se aprecie el momento Jackson de Guita
La exposición de coches clásicos, mayoritariamente 600, estaba genial. Los coches decorados eran una pasada. Matxa y yo no nos resistimos a que nos hicieran una foto con el buey que aparecía colgado en uno de ellos a falta de centollo. Claro, que como es difícil que nos salga una foto bien a la primera, tuvimos que repetirla. Y luego, nos dimos de morros con otra tradición típica de Bilbao que es que la gente sale disfrazada de manera estrafalaria para celebrar cualquier típico evento social o familiar. Vamos, que son cosas del folcklore de allí
El momento de la discusión acerca del siguiente monumento daría para toda una encuesta digna de este foro: que si una txapela, que si una boina, que si una bellota,...
Nosotros continuamos el paseo. A Teka no se le escaba nada, por mas que se intentase jugar al escondite con ella. Y mientras, nos íbamos encontrando con más personajes típicos de la fauna local
Y así, caminando, llegamos al Guggen, donde pudimos presentar nuestros respetos al Gran Centollo, aunque los de allí lo llaman la Araña
Por supuesto, no podía faltar la versión Bilbaina del nuestra típica foto del Km 0
Y tras una merecida cerveza, donde incluso nos pusimos en contacto con Torkan...