Muy bien Sabrina/o, acepto tu postura de buen grado y dando por coherente el razonamiento, ya que está bien sostenido. Lo único que quisiera dejar claro es que no resulta muy sano llegar a ese extremo de adicción, por mucho que se disfrute del juego. Cada cual tiene derecho a invertir su tiempo libre como desee, pero ni bueno es dejarse las pestañas estudiando las 24 horas, ni pasar demasiado rato enganchado a un simple videojuego. Alienan ambas cosas. Yo, a un hijo mío, no le permitiría pasar tantas horas matando orquitos; a la larga, se quedaría sin amigos (no incluyendo los virtuales) y sin juventud. Eso opino.
¡Un saludo, andalúuu!
Posdata: que sí, que es muy guapa la chica de la firma.