DOSCIENTOS SESENTA Y OCHOMan, desde junio, ya tiene su museo. Es una pena que solo haya espacio para mostrar una parte de su obra, pero vale la pena acercarse hasta Camelle a disfrutarla.
DOSCIENTOS SESENTA Y NUEVEDOSCIENTOS SETENTA Hoy nos fuimos hasta Fisterra para ver como nacía la luna llena sobre el Monte Pindo y nos encontramos con una invitada indeseada, esa que viene de visita por aquí con mucha frecuencia. Mucho le gusta tocar las pelotas a doña niebla. A simple vista no parecía tanto, pero tan pronto ponías un zoom, desde tan lejos, el Pindo se convertía en una masa informe, sin detalle. Otra vez será.
DOSCIENTOS SETENTA Y UNO Leí por ahí que hasta el 2033 no vuelve a haber otra oportunidad igual... y que ese día esté despejado... eso ya lo vuelve casi imposible, así que pese a no hacer fotografía nocturna, ni tener el equipo ni la práctica necesaria para sacarle partido a noches como la de hoy, no podía dejar pasar la oportunidad.
Sobre todo si se veía tan bien desde una ventana de mi casa, cómodo y abrigado mientras disparaba. Falta algo bonito en primer plano, pero si tengo que elegir entre el calor de mi hogar o papar frío en busca de un buen primer plano... pues preferí quedarme en casa.