Origen de Las Hermanas.
Imagen by Esther19
History by Ariadim
Campaña de la Luz------Capítulo 1------"Triste comienzo y esperanza difusa"
Como dos reductos de esperanza. Así nacieron Las Hijas de Elrath. Matriarca Seraphim, se hallaba en Los Yermos, en la segunda era del imperio de Valorian.
Como divinidad celestial se enfrentó a los Inquisidores con fervor, devoción y entrega. Maldito el momento en que los diablos nublaron su mente pues fue abatida. En su intento por proteger la Energía-T de la corrupción, falló…O al menos no consiguió su objetivo primordial.
Como en su infinita sabiduría fluyen los conocimientos, era entendedora de que la Energía-T no puede ser destruida. Únicamente corrompida o depurada. Elrath decidió sacrificarse en pos de la humanidad. Blandió su filo celestial, arremetió contra las hordas demoníacas y los Inquisidores y como una estrella que se convierte en supernova, concentró toda la fuerza de los ángeles hacia su interior. Volviose del color de los entes celestiales, con fulgores dorados y azules, brillando como ningún otro cuerpo celeste jamás descubierto y exhaló toda su omnipotencia, convirtiéndose en un ser mortal.
Como el viento que sopla huracanado. Como la nova resplandeciente de los guerreros Seraphines. Su poder divino se extendió por todo el reino de Ancaria, invadiendo todos los elementos que contuvieran Energía-T pura y criogenizando a todos los que contuvieran Energía corrompida. Con este acto consiguió depurar y proteger durante unos instantes toda esta fuente de energía. Al menos durante el tiempo suficiente como para desprenderse de su armadura hecha pedazos por la liberación de su poder, empuñar un trozo de su filo, quebrado por la implosión y cortar profundamente su tórax.
Bien es sabido que la sangre de una seraphim es capaz de neutralizar todo efecto nocivo.
La sangre de la diosa fluyó por su cuerpo, agazapado en el suelo. Le corrió por su vientre, bajó por su pierna y entró en contacto con la Energía-T. En ese instante Elrath sintió como la esencia del maligno la invadía. Gritó. Se quedó sin voz. Su alegría desapareció. Sus fuerzas se desvanecieron y tras caer desplomada en la tierra baldía, seca e inerte, un haz de luz sobrecogedor bañó su cuerpo y comenzó a elevarla lentamente hacia el cielo.
Mientras ascendía, sentía pena y tristeza por haber fracasado. Por haber sido incapaz de derrotar ni a los demonios ni a los Inquisidores. Resultado de la desesperación, dos lágrimas cayeron por su rostro angelical.
Antes de entrar en contacto con el polvo del suelo, las lágrimas se tornaron en dos pequeñas figuras circulares que desprendían una intensa luz. Poco a poco estas tomaron forma, volviéndose dos preciosas jóvenes. Como dos gotas de agua surgieron sus dos vástagos. La Voz de Elrath y El Canto de Elrath.
Dos Seraphines que comparten una misma responsabilidad. Un mismo objetivo.
Un mismo poder.
No hay canto que no necesite voz y no hay voz que pueda vivir sin cantar.