HACE 500 AÑOS
" No hay paz Nyrsa...albergan pura maldad y rabia en su alma, y seguirán llegando en manadas para acabar con todo lo que hemos construido...para ellos no hay paz"
La elfa abrió los ojos incorporandose abruptamente en su elegante cama. Estaba empapada en sudor y notaba el corazón saliendosele del pecho.
- ¡Derek!- gritó desde su oscura habitación
- ¡Derek!- volvió a gritar llevandose las manos a la cabeza.
La puerta de su habitación se abrió y la luz de fuera dibujó la silueta de un huesudo elfo, alto y con una larga cabellera.
El muchacho se sentó en la cama de la elfa y puso una mano en el hombro de esta
- ¿ Otra vez?-
Ella asintió con la cabeza
- La voz es cada vez más fuerte, me retumba en los oidos hermano. No se que quiere decirme..me estoy volviendo loca- Se abrazó a el con fuerza y rompió a llorar
- Nyrsa, sabes que siempre he alabado tu dedicación a intentar preservar la armonía...pero si lo que buscas es la paz, tienes que estar preparada para la guerra hermana-
La elfa se soltó del brujo y frunció el ceño
- Yo no quiero abandonar el camino de la luz Derek-
- No tienes que abandonarlo, solo abrazar lo que innegablemente llevas en tu alma. Compartimos la misma sangre..y aunque hayamos sido educados en doctrinas diferentes...la misma energia y fuerza recorre nuestras venas. Tu Destino va mas alla, y debes preprarate para él-
EN LA ACTUALIDAD
Llevaba horas esperando al enviado de Orgrimmar. Era totalmente consciente de que si su carta había caido en malas manos, lo más lejos que iba a llegar ella era al cementerio.
La impaciencia estaba empezando a ser obsesiva, cuando unos nudillos golpearon con fuerza en el portón. Casi instintivamente y por defensa, abrió la boca expirando un haz negruzco que la envolvió de arriba a abajo.
Entornó la puerta y un orco vestido con una túnica verdosa asomó al otro lado.
- Traigo un mensaje para la sacerdotisa Nyrsa-
La elfa se relajó y abrió la puerta del todo a la vez que cerraba los ojos provocando que la sombra que la cubría se evaporara dejando ver su figura otra vez.
- Toda precaución es poca, disculpa mi desconfianza-
El orco asintió entrando en el interior de la casa.
- ¿Estamos solos?-
- Completamente. ¿Una copa de vino? Es de la cosecha de Kul Tiras- ofreció la elfa
El orco negó con la mano
- Esta es la lista de los elegidos. Tienen que ser ellos. No sólo por sus cualidades, sino porque los ancestros han hablado y han sido claros. El primero al que tendrás que reclutar es a aquel que llamaron Mesteño.
La elfa dió un suave sorbo a su copa de vino y sonrió levemente
- Curioso, mi hermano solía contarme una vieja historia de sus clases de brujería sobre unos extraños hombres que llegaron a través de un portal y pusieron ese nombre a...- la elfa enmudeció al ver la cara del orco- ...pero pensaba que era sólo una leyenda-
- Pues no lo és. Y tiene que escucharte. Sabemos donde se encuentra, lo tienes escrito en la lista-
- Me escuchará-
- Intentaré encontrar pistas sobre el paradero de los demás- El orco le entrego la lista incorporandose. Se alisó la túnica y se dirigió a la puerta
- El se pondrá en contacto contigo-
- No se si será seguro que se acerque por aquí- Replicó la elfa levantandose por cortesía
- No vendrá, contactará como siempre lo han hecho sus predecesores. En sueños -
Nyrsa se sentó pluma en mano delante de una hoja en blanco y comenzó a escribir la carta.
" Estimado Mesteño. Tengo una oferta para ti..."
(by Jeodyn)