Autor: piteas » Miércoles, 01 Agosto 2012, 11:23
Ante todo educación: buenos días.
Cuando empezé a jugar a Diablo II -en un oscuro ciber, allá por el 2001-, mis amigos y yo nos repartimos los personajes. Hubo un par que repitieron con el paladín, otro se cogió a la amazona, el que yá había jugado cogió a la maga... y yo me quedé mirando la pantalla del título durante cinco minutos, observando al señor paliducho, con voz de McGuiver, que sacaba aura de sus brazos. Mis compañeros me metieron prisa y me acabé de decidir: cogería a ese "nigromante" y que fuera lo que dios quiera.
Fue amor a primera vista. Me divirtió sobremanera el estilo de juego "overlord" (ir de comendante de un ejército de esqueletos), y lo fui probando cada vez que cambiaban el sistema. Cuando Diablo LOD dió su canto de cisne, con la 1.16 y las sinergias, benditos sean los que las pensaron, cuando dio su canto de cisne el nigromante era mucho más divertido si cabe.
Nunca fuí un jugador de Ladder, ni un duelista, ni tan siquiera un "dropeador" -de los que visitaban sólo a mefisto ora si, ora también. mi estilo de juego era meterme con los amigos en comandita, con algun paladin que me diera auras y alguna hechicera que actuase de artilleria, y simplemente disfrutar. Luego llegó Sacred, su gustillo por explorar, LPDC. Diablo II quedó relegado, pero al nigromante siempre lo llevé en mi corazón; intenté imitarlo un par de veces (elfas de ancestros, succubos de corona de espinas) pero no era lo mismo. Le faltaba ese punto de molabilidad decadente que aquel personaje tenía.
Cuando anunciaron Diablo III me hice ilusiones, pero entonces salió el canibal tiraflechas medico brujo. Tambien sacaron una notita que rezaba la razón por la que el nigromante no estaría presente: "queremos variar la experienca de juego" -dijeron-, "hacerla distinta y propia de esta versión" -dijeron-, ¡pero al bárbaro bien que lo metieron!. Me sentí defraudado y, aunque no niego que el primo-cutre-de-Dalshim el medico-brujo será un gran personaje, a mi me sabe a desilusión, y no me puedo quitar ese sabor de la boca.
Cuando comienzas a ver un juego desde ese punto pasa al igual que cuando te hablan de alguien que no te gusta: todo son pegas. Me sabe corto (¿sólo cuatro actos?), lineal (el Dungeon Siege I tenía muchos más recobecos), pobre de escenarios (acostumbrado a un Sandbox como el minecraft). Tiene unos graficos geniales y la jugabilidad mola mazo -no lo niego-, pero a mi ya me gustaban los gráficos del Sacred I y no requiero una jugabilidad brutal e infinitamente plástica para divertirme (¡Si estoy viciado al Realm of the Mad God, por dios!). Resumiendo: han conseguido que apenas le vea atractivo al juego, antes me vereis de vuelta en Travian.
Y esta es la razón por la que no juego a Diablo III. Supongo que es muy injusto echarle las culpas al porteador-de-tarzán-con-ínfulas medico-brujo, pero las razones son como los culos: todos tenemos uno.
Y todos tienen agujero.
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piteas el Miércoles, 01 Agosto 2012, 11:32, editado 1 vez en total