Muy buenos los artículos, Parallax. Sobre todo el primero.
Hombre, deberíamos distinguir el “estado” del “país”, porque aunque están muy relacionados, no son exactamente lo mismo. Y yo diría que la prima de riesgo castiga sobre todo al estado (y de refilón, al país, claro)
La economía del “país” es la de sus ciudadanos y depende de la riqueza que somos capaces de crear entre todos MENOS lo que gastamos comprando cosas de fuera, como la TV de 44 pulgadas Sony, el coche BMW o la maquinaria para la fábrica de azulejos que nos hemos montado. (Lo que compramos de dentro no cuenta porque todo queda en familia
)
La economía del “estado” son los impuestos que nos cobran MENOS lo que se gastan en mantener el nivel de vida del montón de corruptos que tenemos por aquí
Bueno, y otros gastos menores como escuelas públicas, hospitales y el sueldo de todos los funcionarios que han contratado, que se les ha ido la mano a nuestros queridos gestores/políticos y ahora resulta que son mas de los que el “país” se puede permitir.
(Pero cada uno de ellos ha sacado una oposición, ellos saben lo putas que las han pasado para ello, así que se han ganado su plaza y no vería justo que ahora se les despidiese)
Adonde quiero ir a parar es que nuestro “estado” ha sido un gran despilfarrador y ahora está endeudado hasta las cejas. Pero eso no quiere decir que el “país” también lo haya sido. (Bueno, como decía Jiseg el otro día, si que ha habido una buena parte de ciudadanos que han despilfarrado y creo que tiene razón)
Ahora el “país” va mal, el estado tiene menos ingresos, no puede pagar y sus acreedores se acojonan y le suben la prima de riesgo y todo el follón. Pero cuando el “país” iba bien, también despilfarraban, lo que pasa es que no se notaba tanto porque ingresaban mucho, a pesar de ello andaban pidiendo préstamos a diestro y siniestro y se lo daban muy a gusto. Entonces se tendría que haber plantado Alemania, el banco mundial y la madre que los parió y haberles parado los pies y no haber esperado a que las cosas estuvieran jodidas.
Pero a quien se está castigando es al “estado” quien por otra parte, lo sigue haciendo fatal. El “país” no depende del “estado” para ir bien o mal. El “estado”, en teoría, no genera riqueza, no hace empresas que exporten y traigan dinero de fuera a aquí para que aumente la cantidad de dinero en España, somos nosotros, que formamos el “país” quienes tenemos que hacer esas cosas. Las grandes fortunas deberían dar ejemplo y ser las primeras, coño, que son españoles y algo les tendría que importar.
Y el “estado”, ponernos fácil el hacerlas para que empiece a entrar dinero, luego, poner los medios para redistribuir la riqueza que se consiga de forma justa y comedida, evitar los despilfarros (contratar mas funcionarios de los que hacen falta es uno de ellos) y sobre todo, parar de una vez la corrupción.
¿Cómo voy a fiarme de prestarle dinero a una persona si se que es un corrupto que lo va a malgastar, no me lo va a devolver y me va a pedir mas dentro de unos meses? Aunque su mujer y sus hijos (el “país”) sean trabajadores y honrados, mientras el sea el que controle las finanzas de la familia no le puedo dar ni un euro.
Necesitamos desesperadamente cambiar de “padres” en esta familia llamada España.
Y olvidarnos un poco de lo que le está pasando al “estado”, aunque acapare los medios de comunicación, y empezar a movernos por nuestra cuenta, que si que podemos. Como decía Jona en el corralito, somos uno de los países mas poderosos empresarialmente del mundo, nuestra economía tiene fundamentos sólidos. Poseemos mas medios de lo que parece. Podemos hacerlo, incluso con unos políticos de mierda como los que tenemos.
Y no olvidemos la lección. Como nos iba bien, dejábamos que los políticos hiciesen lo que quisiesen, total, si sobraba el dinero. Empecemos en serio a fiscalizarlos. Exijamos leyes nuevas que los controlen, leyes que no existen hoy. Exijamos que se haga justicia con los corruptos y los malversadores y que ninguno salga de rositas. Eso si podemos conseguirlo y supondría un gran avance social. Enfoquemos en esas dos reivindicaciones y dejemos para mas adelante otras mas utópicas y difíciles de conseguir. Vayamos a lo práctico, y cuando nos vaya bien de nuevo, no nos descuidemos con ellos otra vez.
Y la otra lección, que los pueblos parecemos no aprender nunca… No malgastes y ahorra en los tiempos de vacas gordas, que parece que van a durar siempre pero no, las vacas flacas vienen después, son inevitables.
Creo que eso bajaría la prima de riesgo, no se
Ahora vendrá Angel y me humillará