La Panda del Centollo

Hoy he descubierto a José Luís Sampedro.

Supongo que muchos de vosotros, que estáis mucho mas al tanto de la actualidad diréis: Pues menudo descubrimiento ha hecho este.

Ya, tenéis razón. Pero es que no conocía yo a este hombre. Por supuesto lo había oído nombrar en alguna noticia, en ocasiones me han recomendado algún libro suyo. Pero para mi no era mas que un nombre, no sabía nada de el ni había llegado a leer nada suyo, así que me pasaba desapercibido.

Hoy he leído “Indignaos” y, francamente, no le encuentro mucha sustancia al libro. No es que esté mal, pero no me parece una obra muy inspiradora. No la veo a la altura del revuelo que se ha armado a su costa.

En cambio, el prólogo de Sampedro si que me ha llamado la atención. Por eso me he puesto a investigarlo en internet, y cuanto mas averiguaba de el, mas me sorprendía. Sobre todo, por no haber reparado en el antes.

Por supuesto, me impresiona su trayectoria profesional, académica, intelectual… Pero sobre todo su trayectoria vital de hombre comprometido con sus ideales, que demuestra en su juventud, jugándose la vida para alistarse en el ejército de Franco, y después jugándose su carrera, su fuente de ingresos e incluso la posibilidad del exilio, defendiendo sus ideas en contra del régimen durante la dictadura.

Pero lo que mas me ha impactado, es lo próximo que me siento de sus ideas, lo mucho que coincido con su forma de ver la actual situación histórica, social, política y económica del mundo.

Algunas de esas ideas, cuando las comento en alguna reunión, suelen provocar miradas de soslayo, indicativas de “Ya está este loco con sus ideas raras”. Hasta ahora no tenía una fuente erudita en que apoyarme, un sabio de reconocido prestigio a quien citar. Parece que por fin he encontrado uno

Mañana mismo empiezo a leer sus libros, esto promete ser interesante. Ya os contaré.

Si puedes busca el vídeo que dice Green, habló muy muy bien, dijo por ejemplo que lo que jode a la sociedad son los "ismos", el capital no es malo, pero sí el capitalismo, .....

Entiendo que te sientas cercano a él, no sólo por sus ideas, seréis más o menos de la misma quinta

No es de Sampedro pero si del tema:

"Caerse del guindo" es, según la RAE, "caer en la cuenta o enterarse de algo obvio".

Si el año 2007 usted hubiera invertido 1.000 € en Fortis, siguiendo los consejos del hoy ministro de economía Luis de Guindos, hoy tendría 39 €.

Si ese mismo año, y siguiendo otra vez los consejos del ministro, usted hubiera invertido 1.000 € en acciones del Royal Bank of Scotland, hoy tendría 29 €.

Si en el año 2008 usted le hubiera comprado directamente a Luis de Guindos algunas de sus acciones de Lehman Brothers por un importe de 1.000 €, hoy tendría 0 €.

Y si en 2009 usted hubiera mantenido su confianza en el que fue un gran asesor financiero, e invertido 1.000 € en cuotas participativas de la CAM, de la que él era directivo, hoy tendría 0 €.

Pero si en el 2007, en vez de confiar en los consejos de su asesor financiero, usted hubiera comprado vino, de la Rioja, de la Ribera del Duero, o simplemente un humilde Jumilla, y me refiero a comprar vino, no acciones de las bodegas, también por 1.000 € y luego se hubiera bebido ese vino, tranquilamente, hasta la última gota, hoy, con la venta de los envases vací­os tendría aproximadamente 69 €.

Moraleja: tal y como están las cosas y dada la solvencia de los consejos del nuevo ministro del gobierno de España, más vale dedicarse a beber con moderación pero con alegría para intentar olvidar en manos de quien está ahora la economía del país.

Hasta donde conozco la nueva ley de De Guindos, en España seguimos como siempre. Al contrario de lo que piensa la mayoría, yo creo que la izquierda española está mas vendida a los poderes facticos que la derecha. Ya se que es una contradicción ideológica, pero “la guerra crea extraños compañeros de cama”. Tenía muchas esperanzas en que el PP tendría una legislatura honesta (porque los tiempos lo exigen, mas que nada) pero ya voy viendo que no será así.

La ley parece ser muy dura con los bancos, como debe ser. Aparentemente, los fuerza a bajar el precio de los pisos y ponerlos a la venta, que es lo que hay que hacer. En la práctica, la letra pequeña, como siempre.

Se hará una nueva tasación externa de todos los activos inmobiliarios de los bancos (Ya veremos cuanto dinero cuesta esa tasación, quien la hace y quien la paga) para determinar el precio real. Pero los bancos no están obligados a respetar esa tasación, pueden seguir poniendo a sus inmuebles el precio que quieran. Además, solo tienen que poner en venta el 5% de sus activos al año.

Si tenemos en cuenta que las entidades financieras inflan los precios de sus pisos para que las cuentas les salgan bien, y que esta es la causa de que el mercado inmobiliario esté tardando tanto en normalizarse (vamos, que los pisos no bajan de precio porque los bancos no lo permiten) y es también una de las causas de que no se recapitalicen, razón por la que no pueden dar préstamos. Nos damos cuenta de que se les debería forzar a ajustar de una vez los precios de sus inmuebles a la realidad del mercado aunque con ello tengan que reconocer que sus cuentas, en realidad, están aún peor de lo que dicen (cosa que, por otra parte, todos sabemos ya) y que los pisos empiecen a venderse de nuevo, con lo que se recapitalizarían y podrían ejercer de bancos otra vez, al tiempo que los ciudadanos podrían tener otra vez viviendas a precios justos y razonables.

La ley va en esa dirección, pero solo de cara a la galería. En la práctica, da carta blanca para que los bancos sigan haciendo lo que quieran. O eso me parece a mi.

El PP no debería hacer esto así, y menos justo ahora. Tiene que ser mas duro con los bancos creo yo. Que hayan hecho esas concesiones solo puede ser porque han cedido a las presiones de los banqueros. Pero así no arreglamos España, desde luego.

Y conste que aún tengo esperanzas en este gobierno (Ey, esperanzas relativas, que no me olvido que son políticos )

Quizá los alemanes harían bien en recordar la frase de aquel “ilustre” paisano suyo

Ni hablar. Los españoles ya gobernaron un vez el mundo, son el único pueblo mediterráneo verdaderamente valiente e inmediatamente organizarían guerrillas en nuestra retaguardia. No se pueden entrar en España sin permiso de los españoles. (Adolf Hitler en respuesta a la propuesta de sus generales de invadir España)

Que no jueguen mucho con nosotros, que algo del espíritu del 2 de mayo aún queda en nosotros. (Bueno, eso espero )

Pregunta de examen: Hábleme del 2 de mayo
Respuesta: ¿De que año?
Pa chulos nosotros

Hoy, leyendo sobre Sampedro, he visto una frase suya que me ha hecho gracia.

“En la posguerra… tenía la sensación de que tanto los fascistas como los comunistas me consideraban fusilable”

Es curioso la de veces que me he sentido así. Si estoy en una tertulia con gente de izquierdas, me suelen acabar tachando de facha. Si en la reunión predominan las derechas, me llaman rojo. Si es de centro, entonces resulta que soy muy extremista

Los que me conocen un poco y me han visto en distintos ambientes, dicen que lo que pasa es que me gusta provocar y discutir. Yo, por mi parte, intento ser autocrítico (eso no es fácil, al menos para mi) y a veces me miro a mi mismo desde fuera durante esas discusiones tratando de analizar mis motivaciones. Tengo que confesar que si descubro en mi cierto gusto por la discusión, por contrastar ideas. Y por supuesto, defiendo con fuerza las mías.

Sin embargo, no impongo mi opinión por encima de todo, no intento ganar la discusión a cualquier coste. Cuando era mas joven si lo hacía, hasta que me di cuenta de que en el proceso, producía a veces heridas mucho mas profundas de lo que me proponía, heridas que a veces tardaban mucho en cicatrizar, algunas no lo hacían nunca. Y encima, a menudo dañaba a gente a la que quería. Me esforcé entonces en cambiar mi forma de discutir, a escuchar al menos el doble de lo que hablaba, a usar la polémica para buscar un acercamiento a la verdad y no para ganar el debate.

Con el tiempo lo he ido consiguiendo…creo. Igual, a base de golpes, algo de sabiduría ha ido entrando en esta cabezota mía. En cualquier caso, de las batallas que he ido ganando contra mi mismo, esta es de la que mas orgulloso me siento.

¡Uy! Que me voy por los cerros de Úbeda. Será el Jaime

El caso es que, lo que no les cuadra a mis contertulios es el no poder etiquetarme. A las personas nos viene bien etiquetar las cosas, nos ayuda a interactuar con ellas. “Esto es pan” y ya se que se puede comer. Ahora ya lo puedo etiquetar mas si quiero o lo necesito. “Esto es pan de centeno”. Las personas también se pueden etiquetar: Este es negro, este blanco, este moro. Este de derechas, este de izquierdas. Y la etiqueta lleva asociadas toda una retahíla de características que definen al producto: composición, modo de preparación, contraindicaciones

Permitir que te deslicen hacia una etiqueta es cómodo, te quita mucha necesidad de pensar. Definir tus propias características, tu propia opinión sobre las cosas, requiere adquirir conocimiento sobre ellas y, aún mas importante, dedicar tiempo a la reflexión. Si te acoplas a una etiqueta, ya tienes mucho de este trabajo hecho por otros, lo suscribes y ya está, en un momento ya tienes opinión sobre casi todo…aunque no sea verdaderamente tuya, sino de otros, en realidad.

Pero las personas no deberíamos ser etiquetables, creo yo. Somos demasiado complejos para permitir que nos metan en categorías y nos definan con facilidad. Así es como nos convierten en objetos de consumo, simplificándonos y metiéndonos en paquetes.

¡Pues no me da la gana! ¡A mi no! ¡Al menos lucharé contra ello con todas mis fuerzas!

Yo soy yo, soy Torkan (bueno, también soy Leoncio ) y si tengo que ser algo, seré torkanista (no confundir con trotskista ) Tengo mis propias opiniones sobre las cosas que considero importantes, fruto del conocimiento que sobre ellas puedo conseguir y, sobre todo, de la reflexión, de pensar sobre ellas. Coincidiré en determinadas ideas con unos y en otras ideas con otros, cambiaré mis convicciones si otros me dan argumentos convincentes, pero no aceptaré un paquete de ideas que me quieran meter. Las analizaré una a una, y sobre cada una tomaré un partido u otro.

Si por no aceptar el fardo completo de pensamientos no se me acepta en ningún grupo… que se le va a hacer. Estaré solo. Pero seré una persona, no quiero ser hormiga, no me gusta tener 6 patas, y que todas sean para trabajar en la mayor gloria de un hormiguero. Y me da igual el color del hormiguero

(La última frase se la dedico a Parallax )

¿El hormiguero no es naranja?