Los indiferentes me dejan indiferente.
El periódico mejicano me deja indiferente.
Las galletas no son mi predilección y me dejan indiferente.
Los estudios científicos y las encuestas me dejan muy indiferente.
Saber la orientación, preferencia o motivación sexual de los demás (exceptuando a mi mujer) me dejan absolutamente indiferente.
Pensar en cosas como "¿Hay botas y brazos pintados de amarillo (la imagen del item, no el nombre), unicos, de set o quizas legendarios para Guarda del Templo con mas de 1 hueco para engarzar?, eso NO me deja indiferente... jajaja