Autor: steel » Miércoles, 03 Noviembre 2010, 19:17
La eficiencia como meta
La semana pasada llevé a cenar a unos amigos a un restaurante famoso y noté que el mozo que nos atendía llevaba una cuchara en el bolsillo de su camisa.
Lo tomé como algo casual, pero me sorprendió descubrir que todos los mozos llevaban una cuchara en sus bolsillos. Cuando el tipo regresó a tomar el pedido le pregunté:
¿Por qué la cuchara?
- Bueno... Los dueños del restaurante contrataron a la prestigiosa firma de consultoría Andersen Consulting, expertos en eficiencia, con el objeto de revisar todos nuestros procesos. Después de muchos meses de análisis estadísticos, ellos concluyeron que a los clientes se les caía la cuchara un 73,5% más frecuentemente que los otros cubiertos.
Eso representa una frecuencia de caídas de tres cucharas por hora, por mesa.
Si nuestro personal se prepara para cubrir esa contingencia, se reduce el número de viajes a la cocina y podemos ahorrar así 1,5 horas hombre por turno.
En el momento en que terminaba de explicarme, un sonido metálico se escuchó en la mesa de atrás. Rápidamente, el mozo reemplazó la cuchara caída por la que llevaba en el bolsillo.
De pronto observé que todos los mozos llevaban una cuerdita negra colgando de sus braguetas.
Entonces le pregunté: -Disculpe, pero ¿Por qué tiene usted una cuerda justo ahí ?
La firma consultora encontró que nosotros también podíamos ahorrar tiempo al ir al baño.
- ¿Cómo es eso?
- Atando este hilo fino a la punta de... usted ya sabe, podemos sacarlo sobre el orinal sin tocarnos y de esa forma eliminar la necesidad de lavarnos las manos, acortando el tiempo gastado en el baño en un 82%.
- ¡Qué bien! Pero si la cuerdita ayuda a sacarlo, ¿cómo lo vuelve a meter en el pantalón?
- Bueno, yo no sé cómo hacen los otros, pero yo uso la cuchara.
EL HOMBRE DOMINANTE
Ocurre una catástrofe mundial y millones de personas mueren.
En el cielo ante la llegada de tanta gente junta, es tanto el trabajo, que Dios forma filas de hombres y mujeres. Pero como eran tantos, comienza a dividir las filas y habla a todos los hombres:
- Hagan dos filas, una para los hombres que dominaron a sus esposas y otra para los que fueron dominados por ellas.
Cuando Dios vuelve se encuentra con una fila de kilómetros que corresponde a los "dominados" y un solo hombre en la otra fila.
Entonces les dice: No puedo creerlo, los hombres se creen mejores, controlan casi todo en el mundo y aún así, todos son dominados por sus mujeres!
¡Aprended de este hombre!. Cuéntales a todos, hijo mío, cómo conseguiste dominar a tu mujer y ser el único en esta fila.
El hombre mira a todos, se encoge de hombros y responde: No sé...Mi mujer me dijo que me pusiera aquí...