Autor: Emerald-Parallax » Domingo, 07 Noviembre 2010, 17:32
Tengo un pijama que no resbala en la cama.
Si, desvelo un secreto largamente esperado. Duermo con pijama, aunque mis dos mejores noches fue cuando no me lo puse. Aun las recuerdo con ternura y cariño.
Hace un tiempo fui a la tienda y compre un pijama. Nada raro. Era bastante suave, de esa tela de imitacion al terciopelo. Lo guarde ya que con los otros que tenia me iba apañando. Un inciso: Todos mis pijamas son en distintos tonos de azul oscuro. Supongo que para ir camuflado cuando te levantas por la noche y vas a la cocina sin encender la luz y en completo silencio.
En fin, que el otro dia me pongo el pijama nuevo, y al meterme a la cama, me doy cuenta que no hay manera de entrar. Cuando digo que me voy al "sobre" lo digo literalmente. Meto tanto el edredon bajo el colchon que para acostarme tengo que usar la misma tecnica que la oruga usa cuando se convierte en mariposa para salir del capullo. Es una tecnica que llevo perfeccionando años, de manera que al entrar en la cama es tal la presion que la respiracion se me suele cortar. Bueno, pues con el pijama nuevo no habia manera. Ni la tecnica de la oruga, ni la de la garza, ni la del rinoceronte. Antes muerta que sencilla, con lo que me quito el pantalon (lo que me daba problemas), me introduzco entre las sabanas, y procedo a reponerme los pantalones del pijama. ¡Ja! ¡Chupate esa gen de la evolucion! Con lo que no contaba es que una vez dentro de la cama, y yo dentro del pijama, a este le salian una especie de ganchos al estilo de Peter Parker y que yo podia cambiar de posicion, pero que mis pantalones no. Y dado que la anatomia masculina tiene una zona sensible alli donde menos ayudaba en aquella situacion, tuve que desistir de realizar ningun movimiento, quedando mas tieso que la momia de Lenin y ciertamente mas inquieto. Valore la opcion de probar si se sujetaba a la pared igual que a las sabanas, aunque no estaba por la labor de poner a prueba la pintura. Desisti finalmente y sali de la cama, sin el pijama, obviamente, que habia quedado debidamente enganchado. Y ahi que me meti yo de cabeza a rescatarlo. Con la popa en vilo. Mejor no imaginarlo. Cogi uno que no estaba del todo sucio y esta vez si pude desarrollar mi insomnio en distintas posturas sin desarreglar demasiado las sabanas.
Todos conocemos las opciones que hay a la hora de vestir para ir a dormir... o no hacerlo. En las regiones mas frias (y donde vivo yo podemos calificarlo como tal sin exagerar demasiado) o tiras de una manta elaborada a partir de la piel de un oso polar y de varias focas, o lo haces a base de pijama. El pijama es originario de Asia, donde paradojicamente, de dia visten con tunicas, togas, vestidos, saris... y demas prendas, y de noche se ponen pantalones para dormir. En el viejo mundo se estilaba mas el camison, prenda alargada y ancha, de tela blanca similar a la lona, con menos transparencia que una parede de ladrillos, que dejaba bastante poco a la imaginacion salvo que se levantara, para lo que no habia que hacer demasiado esfuerzo. No mientras la pareja estuviera durmiendo o se dejara de buena gana. El gorro era una prenda opcional, con la que mas tarde, introduciendole una borla en la punta, cambiandole el color y rodeandolo con un espumillon, se convertiria en la prenda indispensable para cualquier borracho/a en la fiesta de Año Nuevo.
El pijama es un dos piezas, que consta de parte inferior y parte superior. Vaya usted a saber por que, aquel olvidado sastre que iba a revolucionar el mundo de la moda que un dos piezas con parte izquierda y parte derecha termino arruinado y en el arroyo, curiosamente, durmiendo con lo puesto. La parte de abajo del pijama suele ser la habitual, mientras que la de arriba suele ser corriente intercambiarla por cualquier camiseta de cualquier color de cualquier marca comercial que nos regalaron al comprar cualquier producto. Incluso sin comprar el producto. Suelen ser camisetas que no nos ponemos para ir a la calle, salvo que se declare un incendio pavoroso en nuestro edificio y nos pille con ellas puestas. En tal caso, rapidamente encontraremos algo de ropa (una bata, un albornoz, una toalla, una manta, una alfombra...) para echarnos por encima y taparla. La parte inferior suele ser mas complicada de sustituir, ya que no regalan pantalones de publicidad. Y eso que seguramente en determinados casos nos fijariamos mucho mas que en las camisetas cuya publicidad tambien iria por detras (guiño, guiño).