Autor: Steel » Domingo, 30 Noviembre 2014, 18:26
Recuerdo que me detuve un segundo para contemplar con extrañeza los ajados detalles de aquel plató que,
en un tiempo para mí muy lejano (veinte o, quizá, treinta años), había resplandecido y vibrado con las luces
de los focos y la música de las orquestas en directo. Aún no habían transcurrido por completo las últimas
horas de aquel día de finales de mayo y ya no podía verse el sol por detrás de los contrafuertes de los
antiguos estudios de televisión de Miramar, en Barcelona, que, aunque clausurados y abandonados, gracias
a mis amigos y a mí estaban a punto de servir de nuevo al que fuera su propósito original. Mirándolos desde
dentro, como hacía yo, y escuchando el eco de las famosas voces que siempre los habitarían, parecía
imposible pensar que en pocos meses fueran a convertirse en otro hotel más para turistas de lujo.